Los aceites son ingredientes que necesitan más atención por sus muchas propiedades y versatilidad. Es muy común pensar que solamente las pieles secas pueden utilizarlos, sin embargo, todas las pieles pueden beneficiarse con su uso.
Los aceites reparan y nutren la piel, dejándola radiante y con glow instantáneamente, sin embargo, muchas veces evitamos su uso y preferimos las cremas que se absorben fácilmente, en especial las personas con pieles con tendencia a grasa.
En general, los aceites tienen propiedades emolientes y/u oclusivas, lo que en términos generales quiere decir que ayudan a mantener la barrera de la piel unida y fuerte, ayudan a evitar la pérdida de agua y aportan confort, flexibilidad, calma y suavidad a la piel.
Al pensar en aceites y en su efecto emoliente u oclusivo podemos confundirnos y pensar que bloquean los poros o que impiden que la piel "respire", sin embargo, el film que forman los oclusivos se desprende poco a poco y se elimina con una doble limpieza, además de que la piel realmente no respira y la función principal de estos ingredientes como los aceites es precisamente fortalecer la barrera de la piel y evitar el escape de agua formando una barrera superficial.
Sellan la humectación en la capa más exterior de la piel y actúa también como un emoliente, manteniendo la piel suave y sedosa, los aceites se mantienen en la superficie y otorgan nutrición y acondicionamiento. Puedes usarlos al final de tu rutina como oclusivo o mezclarlos con tu sérum o crema para dar un boost de glow a tu piel. Es recomendable usarlos sobre todo en la noche y puedes usarlos diario.
Dentro de nuestra rutina podemos utilizarlos de distintas maneras dependiendo del aceite que se trate, incluso algunos se pueden usar en el cabello, en las uñas o en las partes del cuerpo que tenemos más secas como codos y rodillas. Si te cuesta un poco de trabajo incorporarlos en tu rutina directamente también puedes mezclarlos con tu crema humectante de noche como último paso de tu rutina, sobre todo en la época de invierno.
Piel tendencia a seca: Busca aceites con ácidos grasos esenciales y vitamina E. Los omegas, los ácidos grasos y las ceramidas ayudan a fortalecer la barrera de la piel y prevenir la pérdida de agua. Otros aceites son de semilla de uva, escualano, marula, rosa y jojoba.
Piel tendencia a grasa: Busca aceites de textura ligera y que contenga ingredientes con propiedades antibacterianas o antioxidantes, el aceite de árbol de té puede ser útil para tratar manchas individuales en casos leves de acné. También puedes buscar incorporarlos mediante mists u otros productos bifásicos que brindan los aceites de una forma más amigable para las pieles con tendencia a grasa.
Debemos tomar en cuenta que los aceites que se utilizan en el skincare son formulados especialmente para la piel y los aceites esenciales pueden ocasionar irritaciones y reacciones, sensibilizando y dañando la barrera protectora de la piel, por lo que es importante evitar el uso de aceites esenciales no formulados para la piel, así como evitar skincare que contenga una alta cantidad como fragancia, ya que las pieles sensibles pueden irritarse fácilmente. Algunos de estos aceites esenciales a evitar son: aceites cítricos, incluyendo lemon, lime, tangerine, grapefruit, mandarin, bergamot, peppermint, wintergreen, camphor oil, limonene, citronellol, eugenol, linalool, rosemary, lemongrass.