El skincare coreano se caracteriza por tener rutinas extensas y usar una variedad de productos, que para muchos puede ser bastante abrumador, sobre todo para aquellos que apenas incursionan en el mundo del cuidado de la piel. Si eres de esos que están dando sus primeros pasos o prefieres una rutina más simplificada, optar por el método minimalista puede ser la respuesta a tus plegarias.
Cuando escucho la palabra minimalista lo primero que llega a mi cabeza es “diseño de interiores” y hacer la relación con el cuidado de la piel llega a ser algo confuso. La forma más fácil que encuentro para explicar esta tendencia, es conocer los productos que realmente funcionan para tu tipo de piel y reducir tu lista para tener una rutina efectiva.
Esencialmente una rutina minimalista consta de 3 a 4 elementos esenciales (más el protector solar que nunca debe faltar) y estos pueden cambiar según tu tipo de piel. Su propósito principal es mantener las cosas efectivas pero discretas, para que pueda ahorrar tiempo y espacio en tu estante.
¿Qué debe llevar una rutina de skincare minimalista?
En la forma más simplificada, una rutina de cuidado de la piel minimalista debe incluir un limpiador, un humectante y un protector solar. Sin embargo, todo depende de su tipo de piel, ya que es posible que puedas omitir la crema hidratante si tu piel es muy grasa.
Otra clave importante es buscar productos que sean de doble funcionalidad. Por ejemplo, optar por una crema hidratante con SPF y complementarlo con cleanser para una rutina simple de dos pasos. Ten en cuenta que durante la noche no es necesaria la protección solar, y es muy aconsejable expandir tu rutina en tres pasos para que pueda guardar ese SPF para el uso diurno.
Dominar una rutina de skincare minimalista se reduce a unos sencillos pasos:
- Busca productos e ingredientes adaptados a su tipo de piel.
- Utiliza productos con doble función cuando sea posible.
- Y ser consistente con tu rutina para obtener los mejores resultados.
Seguramente aún tienes dudas de qué elementos son indispensables para una rutina minimalista, por eso a continuación te platico un poco de que debes considerar en tu rutina según algunos tipos de piel.
Piel seca
Si tienes piel seca, debes buscar productos sumamente hidratantes y al menos uno que pueda exfoliar las células muertas de la piel. Debes evitar los ingredientes duros, especialmente ciertos alcoholes que pueden secar mucho, incluido el alcohol SD 40, el alcohol desnaturalizado, el etanol y el alcohol isopropílico. Algunos alcoholes también son buenos para el cuidado de la piel como el retinol, el alcohol cetílico y el alcohol oleílico.
Las fórmulas de lavado facial suaves y cremosas son excelentes para la piel seca. Evita los lavados de cara en espuma a base de sulfato. El aditivo que causa la formación de espuma crea un pH muy alto, que puede resecar demasiado la piel.
Busca uno que contenga ceramidas, han adquirido gran popularidad gracias a son lípidos naturales que mantienen las células unidas y son responsables de la hidratación de la piel.
Busque ingredientes que imiten los lípidos naturales que se encuentran en la piel, como el aceite de zanahoria, el aceite de arándano, el aceite de onagra, el aceite de girasol, el aceite de jojoba y el aceite de almendras dulces, debido a sus excelentes beneficios para la reparación de la barrera de la piel.
Protector Solar
Las pieles secas deben buscar un protector solar-hidratante o una crema hidratante con SPF. Además, debes asegurarte que tu SPF de elección no reseque más tu piel, es recomendable verificar dos veces que la fórmula no contenga alcohol.
Piel propensa al acné
Cleanser en Gel
Este tipo de productos, sirven de igual forma, si tu piel es muy grasa. Es recomendable probar con un limpiador con ácido salicílico. Si eres nuevo con este tipo de limpiadores, inicia utilizándolos una vez a la semana.
Tónico
La tonificación a menudo no se considera un paso importante, pero estoy aquí para decirles que lo es, especialmente para pieles grasas y propensas al acné. Puede ser una forma efectiva de hidratar profundamente la piel, así como ayudar a limpiar los poros.
Crema Hidratante Reparadora
Si tu piel es propensa al acné con parches secos, sólo humedezca las áreas secas y busca fórmulas con ácido hialurónico o glicerina pero sin aceite. Este tipo de humectantes también son excelentes para pieles deshidratadas que carecen de agua (en lugar de aceite, como es el caso de las pieles secas).
En términos generales, las fórmulas sin aceite, no comedogénicas y sin fragancia funcionan mejor para aquellos que luchan contra los brotes. Lo ideal es evitar los aceites pesados que pueden obstruir los poros (el aceite de coco, por ejemplo) y ciertos derivados de la silicona como la dimeticona.
Piel sensible
Para aquellos cuya piel tiende a ser seca y/o sensible, usar una crema limpiadora o un bálsamo, o un aceite limpiador, es la mejor opción. Estas fórmulas tienden a incluir ingredientes más nutritivos que ayudarán a suavizar y calmar la piel.
Los productos específicos para la piel sensible están formulados con componentes calmantes por sus propiedades antiinflamatorias. Busque ingredientes como la manzanilla, el látigo de mar, el azuleno y el té blanco para obtener beneficios reconfortantes de forma natural.
Si tu piel es especialmente sensible, opta por un bálsamo que la nutra, estimule la producción de lípidos y fortalezca la barrera protectora de tu piel. Muchas de estas fórmulas incluyen ingredientes antiinflamatorios, para calmar la piel y reducir el enrojecimiento.
Si tienes la piel sensible, es mejor que te pongas un protector solar mineral o físico. Las personas con piel sensible deben optar por protectores solares minerales que tengan zinc u óxido de titanio como ingrediente fotoprotector. Estos ingredientes son más seguros para ti ya que permanecen en la superficie de la piel y no son absorbidos por el cuerpo, como lo son los ingredientes químicos de los protectores solares.