Es muy fácil de confundir una piel seca a una piel deshidratada, pero una vez que sabes las diferencias ya no tendrás dudas y podrás identificar fácilmente qué condición tiene tu piel.
La piel seca es un tipo de piel, mientras que la piel deshidratada es una condición de la piel.
La principal diferencia es que la piel seca carece que componentes grasos y la piel deshidratada carece de agua.
Los tipos de piel son grasa, normal, mixta y seca, por lo que la piel seca es un tipo de piel que puedes tener prácticamente desde que naciste, ya que el tipo de piel lo determina la genética y otros factores que no podemos directamente controlar, por lo que aunque se cuide y se mantenga saludable, siempre seguirá siendo piel seca.
La piel deshidratada, por otro lado, es solamente una condición de la piel y se debe a la falta de hidratación (agua) en la piel y se puede combatir fácilmente ya que es una condición temporal. Cualquier tipo de piel puede estar deshidratada, incluso la piel grasa, mixta o normal.
Aunque la piel seca se parezca mucho a la piel deshidratada, debes considerar algunos factores para diferenciarlas.
1. Tienes piel seca si toda tu vida ha sido así y si la piel de tu cuerpo también es seca, osea, tu piel es seca no solamente en algunas partes, sino que es seca en todo tu cuerpo.
2. La piel seca tiene sensación tirante, piel opaca o acartonada, descamación, rojez e irritación.
3. La piel deshidratada se ve apagada, es poco resistente y aparecen arrugas más fácilmente. La piel deshidratada además puede tener picazón, unas zonas más resecas o descamadas que otras y sensación grasa.
Es común la deshidratación en pieles mixtas o grasas y se puede percibir con parches de resequedad, irritación o descamación y brotes de acné en diferentes zonas del rostro, por lo que aunque tengas piel grasa puede estar deshidratada.
Es muy común el querer combatir el acné con jabones fuertes o excluyendo las cremas hidratantes, incluso hay quien no hidrata en absoluto su piel, pensando que así evita el que se produzca sebo, sin embargo, el resultado es completamente opuesto: la piel, al no recibir hidratación produce más sebo para protegerse, dando como resultado piel grasa (posiblemente con acné) y deshidratrada.
4. Ambas comparten síntomas como, tirantez, sensibilidad y envejecimiento prematuro, por eso se pueden confundir.
5. La piel deshidratada puede ser resultado de el clima, el medio ambiente, la dieta, el maquillaje o el uso incorrecto de productos para la piel. Principalmente, puede ser que hayas notado esta condición en tu piel de un momento a otro por alguno de estos factores. Suele ser la consecuencia de una barrera de la piel dañada que no puede retener la humedad.
Cómo tratar la piel seca: brinda una buena hidratación (agua) y humectación (aceites y otros). Utiliza jabones y productos que no sean agresivos, sino de formula suave. Evita el alcohol y otros posibles irritantes.
Busca productos con aceites, ceramidas, vitamina E, aloe vera, glicerina, urea, colesterol, escualano, Tus aliados son los sérums y las cremas hidratantes cremosas, así como los sleeping pack cremosos por la noche.
Cómo tratar la piel deshidratada: tu prioridad debe ser brindar hidratación a tu piel. Utiliza un limpiador suave, una crema hidratante y una mascarilla o sleeping pack hidratante de noche.
Busca productos que contengan ácido hyalurónico, beta glucano, evita posibles irritantes como alcohol, aceites esenciales y fragancias fuertes. Además también puedes buscar ingredientes que ayuden a reparar la barrera protectora de tu piel como ceramidas, AHA suaves como exfoliantes para promover la reposición de células de la piel, colesterol, escualano.
También procura tener una limpieza suave e hidratar tu piel constantemente como con una bruma o mist.
Es importante cuidar tu alimentación, tu consumo de agua, si vives en un lugar de clima muy seco puedes utilizar un humidificador y por último, evita la exfoliación física agresiva.
